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Una crítica a los tests vocacionales | Parte 1: La temporalidad de los intereses

  • Foto del escritor: Adriana Cuervo
    Adriana Cuervo
  • 29 ago 2024
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 26 sept 2024

Test vocacional

Los test tradicionales de orientación vocacional generalmente se concentran en entrecruzar intereses y afinidades contra algunos aspectos de la personalidad para posteriormente traducirlos en resultados de posibles “careras afines”. De entrada esta idea presenta dos problemas: La temporalidad de los intereses y la ponderación que se les asigna al momento de pensar y definir un proyecto de estudio y trabajo. Vale la pena abrir la discusión con algunos interrogantes iniciales:

 

  • ¿Son condición suficiente los gustos e intereses que se tienen a los 16 ó 17 años al momento de elegir una carrera?

 

  • Independientemente de la edad, ¿tienen que estar los intereses obligatoriamente articulados a las elecciones ocupacionales? ¿Pierden acaso valor cuando se viven como otra faceta de la vida por fuera del trabajo como una actividad secundaria o un pasatiempo?

 

  • ¿Cómo puede un test vocacional a través de 20, 40 ó 70 preguntas deducir que porque alguien goza de cierta inclinación por algunas actividades se enmarca dentro de un “perfil vocacional” y que por consiguiente le corresponde seguir determinadas carreras?

 

Sin importar el momento vital de la persona, lo cierto es que en el transcurso de la vida algunos intereses son pasajeros (particularmente en la adolescencia) y generalmente sean pocos aquellos que perduran con vigor y  significativamente en el tiempo. Por otra parte, si bien identificar gustos o pasatiempos al momento de tener que elegir una carrera sirve como un indicador muy valioso para habilitar reflexiones y conversaciones ulteriores, querer correlacionarlos directamente con un programa de estudios y con el mundo laboral es, sino arriesgado, incompleto en términos de todas las variables que se deberían considerar al momento de pensar integralmente las decisiones vocacionales.


Naturalmente es más que importante y casi obvio que los itinerarios de carrera deberían reflejar e incluir afinidades personales, de lo contrario serían difíciles de sostener desde una perspectiva de la motivación; no obstante, lo que se plantea es que son tan sólo un elemento al que hay que  otorgarle una medida justa y no todo el peso de una elección ocupacional.


Estos interrogantes son pilares de un paradigma actualizado de la orientación vocacional que iremos desarrollando en futuros textos y que suponen entender cómo surgieron estos tests y el uso que se les siguen dando en la actualidad.  

 

Adriana Cuervo - Psicóloga especialista en orientación vocacional

 
 
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